La última vez que dejaron un kure akãngue en los alrededores del estadio Feliciano Cáceres en Luque fue en abril del año pasado. Hoy lo volvieron a hacer muy parecido, colocando al lado del sacrificio animal velas negras y las fotos de los directivos del club, unidas por una cinta roja.
La diferencia fue que en la ocasión anterior la cabeza del chancho era atravesada por un cuchillo y en vez de las fotos había una esquelita, aunque el blanco del payesero o payesera era el mismo: la comisión directiva del Sportivo Luqueño.
Fue justo en la víspera del partido contra Guaireña por la fecha 14 del torneo Apertura. Los auriazules no están en su mejor momento, apenas lograron 10 puntos de los 39 posibles y eso les pone en la cuerda floja.
Cuando fue encontrado el gualicho, los jugadores estaban entrenando, refiere el portal Luque Noticias.
La brujería es muy común en el ámbito deportivo y a ella recurren tanto hinchas como patrocinadores, había indicado a Extra Wilson Mautto, un pai que sigue un ritual africano llamado candomblé.
Algunos recursos más utilizados son atar un sapo, ofrecer comida a algún santo o pasear un muñequito de trapo por la cancha para favorecer a un equipo. Luego están los “trabajitos” que se hacen con animales muertos como gallinas, chanchos e incluso vacas.