Era el partido que nadie quería jugar. Paraguay llegó sin combustible a su último compromiso de la Copa América y cayó por la cuenta de 2-0 ante Perú, que se quedó con el tercer puesto del certamen. La Albirroja se quedó sin energías y garras. Hubo un tendal de lesionados tras el último choque ante Argentina. Aquella imagen del equipo aguerrido y corajudo de la primera ronda y de cuartos de final ya no se hizo presente en la despedida de Chile.
Cansada, sin ideas y con muchas desatenciones. Así jugó anoche el conjunto guaraní, que no pudo frenar los vertiginosos avances del rival de turno. Ramón Díaz dio chance a aquellos que tuvieron menos minutos y la ausencia de jugadores como Haedo, Santa Cruz y González restó poderío a la zona de ataque. Los nuestros no encontraron nunca la fórmula para hacer daño a los dirigidos por Gareca. Y eso que reapareció Ortigoza, el encargado de alimentar la zona medular del equipo.
La primera mitad fue favorable a Perú, a pesar de que no lograba definir las jugadas que creó de mitad de cancha para arriba. Un remate de Carrillo a los 6 minutos y un remate pifiado de Lobatón fueron las chances más claras del conjunto inca. El único disparo que inquietó la valla de Gallese fue el que hizo Romero desde fuera del área, a los 22’.
Ni bien comenzó la complementaria, Carrillo afinó la puntería y aprovechó un mal despeje de la defensa guaraní para superar a Villar y abrir el marcador. Los albirrojos tardaron en reaccionar y no había hombres de recambio en la delantera.
A los 66’, Benítez no pudo culminar un avance y un defensor peruano estrelló la pelota contra su propio poste. A los 88’ apareció Guerrero para poner el definitivo 2-0: ahí chau. Los “pibes” de Díaz terminaron con la cara larga. Esperaban terminar con un resultado favorable y coronar con una sonrisa una meritoria campaña.