Ayer se produjo el arribo oficial de Luis Suárez a Uruguay para volver a vestir la camiseta de Nacional luego de 16 años de chutar por Europa.
El ídolo charrúa fue recibido por una multitud y, previendo eso, la directiva del Bolso organizó una caravana desde el aeropuerto al estadio Gran Parque Central. El Pistolero se subió a un minibus totalmente ploteado de tricolor y, sin saberlo, su chofer fue Rodrigo Cubilla, nieto de una leyenda del fútbol de ese país y del Olimpia, Luis Alberto Cubilla. “Mi hijo con su empresa te lleva seguro. Hoy le hizo el traslado a Suárez y familia del aeropuerto al GPC y esta es la foto para el recuerdo”, posteó su papá, Luis Cubilla.
Antes de dedicarse al rubro del transporte, Rodri siguió los pasos de su abuelo, jugando desde chico al fútbol y hasta llegó a disputar unos cuantos partidos en Primera con el Carbonero. Además, coincidió con Lucho en las inferiores. “Yo soy un año mayor, pero nos enfrentamos en la gran mayoría de los clásicos en divisiones juveniles”, contó al portal web Ovación.
Pese a que en la familia Cubilla están mucho más identificados con el aurinegro, no dudó en agarrar la responsabilidad de llevar a Suárez por lo que significaba la vuelta de un grande. “Soy profesional, el corazón lo dejo en el cajón de la mesita de luz (risas). Hoy disfruto mi actualidad en la empresa. Mi abuelo pertenece a la rica historia de Peñarol y Nacional saliendo campeón Uruguayo, de América y del Mundo con ambos. La fiesta salió 10 puntos, fue muy emotivo. La magnitud del recibimiento a Luis no tiene antecedentes, no me quería perder esta hermosa experiencia”, expresó.