
Las ganas no faltaron en Sajonia, sobre todo en cada pelota dividida, pero la alta presión y el aferrarse a mantener el equilibrio desembocaron en un juego bravo, peleado y con pocas luces en los futbolistas. Por momentos, el Ciclón tuvo más el control del juego y encerró a su rival, pero Libertad respondía con mucha velocidad, dejando en evidencia la falta de ritmo de Lugano, que tuvo que sacar todas sus mañas para detener los embates de los habilidosos delanteros gumarelos.
La situación más clara la tuvo Leiva, quien se metió con velocidad y decisión dejando rivales por el camino pero, cuando se dispuso a anotar, apareció una pierna salvadora de Valdez para hacer posible el milagro en el área azulgrana.
Cerro Porteño solo apareció las veces que Díaz, muy intermitente, frotaba la lamparita. Y justamente la jugada más importante del Ciclón tuvo como protagonista a Sergio. La “Joya” se asoció con Ortigoza para generar una pared que le permitió llegar hasta las narices de Muñoz, pero el charrúa desactivó el peligro de manera magistral.
No arriesgaron
Fue una noche negra para los delanteros, que tuvieron que pelear los 90 minutos sin recibir un solo pase de gol. Resaltaron sobre el campo el despliegue de Santana y Oviedo en Cerro, mientras que Ortiz, Lucena y Aquino dieron solvencia a Libertad. Los entrenadores también empujaron, con los cambios, hacia un partido chato y sin creación.