Con una idea y un par de pelotas, nacía un 16 de agosto de 1985 “Mitã’i Churi”.
Un viaje de casi 400 km de Asunción a Horqueta, departamento de Concepción, daba inicio a la Escuela de Fútbol.
El nombre elegido por el grupo de amigos era perfecto ya que representaba inocencia, travesuras, sueños.
El regreso de los fundadores a la capital apeligraba el gran proyecto, pero cranearon un nuevo plan.
“Ellos no querían que los niños se quedaran sin entrenar y como yo me iba siempre a observar las prácticas, me preguntaron si podía quedarme a cargo y acepté”, contó a EXTRA el profe Luis Osorio.
El proyecto tuvo aceptación, tanto que se inscribían en masa los alumnos. “Empecé la tarea sin saber que dedicaría prácticamente una vida a esto, este agosto cumpliremos 35 años de existencia”, dijo emocionado.
La especialidad de esta escuela no es solo formarles como futbolistas, sino que acompañar a los chicos en sus sueños. Tal es así que, para que nadie quede sin practicar, les facilitaron hasta el pago: durante más de tres décadas las clases solo costaban G. 1.000 por día.
“Esto no se trata de lucrar, por eso es que por 33 años cobramos esa suma, algunos no pagaban, otros no tenían, pero ninguno se quedaba sin jugar”, agregó el profe.
Actualmente, cobra G. 2.000 y es el único encargado de entrenar, de Lunes a Viernes, a los más de 100 chicos, de entre 4 a 15 años. “La mayoría viene ya con su 2000’i, otros no se aguantan y compran un helado, una empanada y me dicen que al otro día me van a pagar, pero ya se olvidan”, reveló entre risas don Luis.
INCONVENIENTES
Pese a ser escuela municipal y tener personería jurídica, el Mitã’i Churi debe pagar mensualmente G. 500.000 por utilizar la cancha del polideportivo de la comuna. “A veces no me alcanza para nada, tengo que andar mendigando pelotas y demás, pero esto es lo que amo”, sostuvo.
Los niños ya viajaron por casi todo el territorio nacional y compitieron en varios otros países, en donde ganaron además de algunas que otras copas, momentos felices.