Era apenas un mitã’i cuando comenzó a vestir la azulgrana. Aquellos colores se convirtieron en parte de su vida misma, tanto que se hizo hincha del Ciclón de Barrio Obrero. Mathias Villasanti, el canterano de pura cepa, el eterno capitán, le tocó despedirse ayer del club que lo vio nacer deportivamente.
“Es un paso que lo venía buscando, en el momento que se confirmó que ya estaba la transferencia ni mi familia lo sabía. Estoy muy contento”, expresó el nuevo jugador de Gremio de Brasil. Villa recordó varios episodios de su carrera y cómo la idea de consolidarse en el club nunca se apartó de su mente.
“Por un lado es muy emotivo para mí, en su momento me tocó batallar mucho. Cuando me fui a la Argentina pensé que ya no iba a volver y que no iba a cumplir cosas que quería con Cerro”, mencionó.
Sin embargo tras su paso por Luqueño retornó al club a finales del 2018 y se ganó a pulso un puesto en el plantel y después la capitanía. “En su momento llegué a pensar que el fútbol no era para mí, veía a mis compañeros más asentados en muchas cuestiones. Me llegaron muchas dudas, con la ayuda de mi familia y amigos me hice más fuerte”, contó a Mundo Cerro.
Contrato
El acuerdo con el elenco rapái es por 5 temporadas. El Tricolor Gaúcho pagó 3.500.000 dólares por el 80% de su pase. “Consideramos el deseo del jugador, todo fue muy rápido con Gremio ellos presentaron la oferta que se pedía por Villasanti”, indicó Víctor Agüero, vicepresidente de Cerro, en contacto con Fútbol a lo Grande, emitido por Radio Monumental 1080 AM.
La importancia del Chiqui Arce
Mathías, quien tendrá como compañero a otro ex Cerro, Diego Churín, no evitó también hablar de las duras bajadas de caña que viene recibiendo el plantel. “El tema de las críticas yo lo tomo más como folclórico del fútbol. Trato de no mirar los comentarios en redes”, señaló. Por otro lado, mencionó al entrenador Francisco Arce, gran responsable de su ida a Brasil. “Gracias al profe Chiqui me convertí en un mejor futbolista. Cuando tuve un bajón en mi vida personal, él me dio un estirón de oreja. Es como un padre para mí”, reflexionó.