El fútbol es aquello que no conoce límites y todo lo puede. Eso mismo se aplica a la situación de Liz Díaz, una joven no vidente que estudia Psicopedagogía (primer año), que trabaja en una empresa de aparatos eléctricos y que, con 20 años, conoció la Nueva Olla, en el último partido ante Libertad.
En diálogo con EXTRA, ella reveló qué sensaciones le dejó haber visitado la Catedral de la Pasión. “Haber ido a la cancha de Cerro fue una hermosa experiencia, siempre quise ir a un estadio donde haya aglomeración de hinchas y sentir la emoción de los fanáticos vibrando por su equipo. Lo mejor fue que fui con mi hermano, él es un fanático del deporte y que se haya animado a ir conmigo sin miedo y vergüenza, fue un motivo de alegría enorme”, se sinceró la adorable cerrista.
El León
De chica, soñaba con ser periodista deportiva, escuchaba los partidos de su querido Ciclón por radio e interpretó una obra teatral con un excompañero, en la que ella entrevistaba a un español. La simpatizante llegó al coliseo ciclónico gracias a la invitación del club de Barrio Obrero.
Apenas se enteró de que por primera vez iría a la cancha, le pidió a su hermano hacer lo posible para tener una foto con su ídolo, el León Guaraní. “Me encantaría conocer a mi ídolo máximo nacional: Nelson Haedo Valdez. Creo que es una excelente persona y excelente jugador, aportó bastante al deporte paraguayo, su humildad y perseverancia yo valoro bastante”, fueron sus palabras.