
Los pupilos de César Farías aplicaron el famoso “a lo Ciclón” para reponerse de dos golpes considerables y lograr la remontada, teniendo como arma principal el infalible olfato goleador de Luis Leal. En el Defensores, Cerro Porteño fue una lágrima en el primer tiempo, con tibios intentos ofensivos y sufriendo, hasta por errores propios, con cada carga del Chanchón, que consiguió pegar primero, logró adormecer a su rival por varios minutos, pero no tuvo la jerarquía para dar el golpe de gracia.
A los 24’, Marín recibió el balón, mandó a pasear a Fidencio Oviedo y habilitó a Alexis Rojas. El juvenil se acomodó y sin mucho firulete, la clavó en el ángulo con un zurdazo sorpresivo. Antony, espectador de lujo.
Una revolución
La expulsión de Bonet, 2 minutos después de iniciar el segundo tiempo, fue el otro traspié que sufrió el conjunto azulgrana. Pero las movidas de Farías despertaron un enfurecido Ciclón que se llevó por delante a su adversario. Tanto Rodrigo Rojas como Raúl Cáceres y luego Julio Villalba, dinamitaron el partido. Quizás también las salidas de Oviedo y Fabbro.
Raúl Cáceres ganó por su sector, levantó el centro y Leal sacó un cabezazo endiablado a los 55’, que se coló en el ángulo de Caffa, quien solo atinó a mirar. La paridad extendió el abanico de las emociones, tornando el juego de ida y vuelta.
La expulsión de Aldama, en la visita animó aún más a Cerro Porteño, que logró la remontada con otra gran definición de la “Pantera”. Leal recibió un pase de Julio Villalba, quien debutó de manera brillante, y colocó el balón lejos de las chances de Caffa. Luqueño terminó con 9 hombres y el Ciclón festejando la hazaña que lo ubica transitoriamente en el tercer lugar, a 3 unidades de Sol de América, único líder del Apertura.