
Los ecos de la hazaña guaraní en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, Argentina, siguen retumbando en el ambiente futbolístico. Los responsables de la heroica ya están anotados, por los siglos de los siglos, en el libro de las historias más dulces de la Selección Paraguaya de Fútbol.
El DT de la Albirroja, Francisco Arce, recomendó algo así como: “no me escuchen”. “Fui el primero en decir ‘vamos a calmarnos’, luego del triunfo, pero tampoco podemos quitar méritos. No es que no hicimos nada, en realidad hicimos mucho. Nunca nadie hizo lo que los muchachos hicieron. Tenemos que alegrarnos entre todos”, admitió Arce en la 970 AM.
Se abrazó con Derlis González, quien es como un hijo para él. También se enfundó con Justo Villar. No obstante, Chiqui contó que no fue una especie de preferencia hacia los dos atletas; puntos claves en el triunfo ante Argentina.
“En ese momento no se pauta nada, ahí es donde el corazón manda más que la razón. En realidad queríamos abrazar al país, esa es la sensación que teníamos en ese momento (luego de la victoria)”, confesó el estratega.
Todo se puede
Dejando a un lado el lado afectivo, el Seleccionador Nacional dejó en claro el objetivo que tiene a corto plazo. “Después de lo que hicieron los muchachos la vez pasada, ya vemos que todo es posible. Lo que yo quisiera es terminar a fin de año entre las 4 primeras selecciones. Cuatro y medio ya sería bueno”, acotó.
El próximo combo será en noviembre, donde Paraguay tendrá que recibir a Perú en el Defensores del Chaco y luego visitar a Bolivia en el Hernando Siles de La Paz.