Que el fútbol ha dejado de ser una práctica deportiva exclusiva de hombres ya no es novedad. Y es con esta misma línea de pensamiento que una humilde escuela que nació en un asentamiento de Ypané se convirtió en todo un modelo a seguir, ya que desde sus inicios incorporó en los equipos a niñas de todas las edades.
“Esta escuela de fútbol comenzó hace un año y fue el profesor Galeano quien vino desde Villa Elisa y trajo con él la mentalidad de los equipos mixtos”, explicó Juan Gill, presidente de la Escuela de Fútbol Virgen de Caacupé.
Tal es así que en cada categoría hay al menos tres o cuatro jugadoras complementando las tareas de los chicos.
El dirigente señaló que al principio fue un poco difícil “reclutar” a las interesadas pero que con el paso del tiempo la idea fue bien vista, y hoy son las mamás las más entusiasmadas, según indicó.
La academia, que funciona en una canchita que no tiene las medidas reglamentarias, dejó de participar de los torneos porque los profes tuvieron problemas de salud. “Tenemos un poco de mala suerte en ese aspecto pero igual seguimos practicando, ya para lo que será el año que viene”, agregó Gill.
Humildes
Los chicos de la escuela provienen de familias de muy escasos recursos y suelen recibir alguna que otra ayuda por parte de los vecinos para la compra de camisetas y botines. “Con la práctica de deportes lo que queremos es alejarlos de los vicios, y que no piensen cosas malas”, dijo Juan.
Si bien todo es movido a puro pulmón sueñan con tener alguna vez un local propio y poder competir a nivel país con las grandes academias. “El sueño sigue ahí, intacto, y tenemos muchos jugadores que dominan el balón y los queremos mostrar”, remató el dirigente.