No cabe dudas de que la vida pone duras pruebas, pero también compensa las buenas acciones. Doña Nicolasa Espínola, quien fue como una mamá guasu para muchos jugadores que pasaron por Cerro Porteño, hoy recibe una mano de aquellos agradecidos, como Santiago Salcedo y Sergio Aquino, actualmente en el Guma.
Desde pequeña, ña Nicolasa trabajaba como cantinera en las instalaciones del Ciclón, hasta que la diabetes que sufría se complicó y se convirtió en paciente renal, por lo que tuvo que abandonar su puesto hace 4 años.
Los gastos aumentaron día tras día, sin embargo, los muchachos a quienes vio crecer en el club no dejaron de apoyarla. La mujer agradeció especialmente el gesto de Salcedo y de Aquino, quienes le regalaron sus camisetas para poder subastarlas y cubrir parte del costoso tratamiento.
Jesús Marecos, hijo de Nicolasa, manifestó que su mamá conoce los sacrificios de los jugadores, entre los que destaca la historia de Salcedo. “El papá de Sasá era chofer de la Línea 3 y, como no tenía dinero, mi mamá le daba fiado semanal o mensualmente; encima eran dos hermanos, con Mingo”, señaló Jesús.
La guapa señora se hace diálisis 3 veces por semana durante 5 horas al día.
Fotos: REVISTA EL REPOLLERO