En Montevideo se armó un bravísimo duelo entre Uruguay y Colombia, pero la endemoniada presión charrúa fue surtiendo efecto con el correr de los minutos.
A los 33', el dueño de casa usó su marca registrada, la pelota parada y romper el cero. Godín entró como en su casa en el área rival y le “rompió" el arco a Ospina con un testazo inatajable, tras un córner ejecutado por Sánchez.
En el segundo tiempo, Uruguay creció en el dominio y con un golazo de Rolan comenzó a definir el expediente. El delantero del Bourdeos recibió un gran pase de Lodeiro y, de sombrerito, puso a temblar el estadio Centenario.
El broche de oro fue obra de Hernández, que desparramó a Murillo y selló el 3-0 definitivo para que Uruguay sume seis puntos en dos fechas.
Por Carlos Martínez