Flaco, zurdo, veloz, letal, inteligente y dotado con un exquisito talento, por estas características Miguel Almirón se ganó el mote de “El Di María paraguayo”. Una comparación nada despreciable al tratarse de uno de los mejores extremos del mundo, pero a la vez una mochila un tanto pesada que llevar para un joven que aún tiene mucho camino por recorrer.
La “Anguila”, como lo conocen algunos, llenó todos los requisitos para estar a la altura del jugador argentino, pero Almirón aseguró que aún le falta un tanto para llegar a lo que es el “Ángelito”.
“Me lo puso el presidente de Cerro (Juan José Zapag) cuando salimos campeones paraguayos. Es una comparación muy exagerada, me falta muchísimo para llegar a ser como Di María. ¡Me da vergüenza! ¡De él no tengo ni la remera”, dijo entre risas Miguel, en una entrevista concedida al portal de la FIFA.
El Albirrojo se declaró fanático del juego de Di María y comentó que aprovechará el partido del martes entre Paraguay y Argentina, para por lo menos, quedarse con una camiseta suya. “Voy a admirar su fútbol y si se da la posibilidad le voy a pedir la camiseta. Pero no quiero ser muy pesado”, agregó.
Pero el “Fideo” no es el único y mucho menos el primer ídolo que tuvo Miguel Almirón en sus 22 años vividos. “Michael” recordó que junto a su padre y su hermano se pasaban días enteros viendo videos del “Príncipe”, Enzo Francescoli.
“Me mostraban videos. Hoy todavía me los pongo y en alguna intento imitarlo, pero es imposible. ¡Enzo es único!”, exclamó el exazulgrana.
Dejó una huella
El exseleccionador Albirrojo, Gerardo Martino, es otro que le dejó algunas enseñanzas a Almirón. Pese a que no le haya tocado jugar con el “Tata”, Michael dijo que hubo un antes y un después de Martino. “Yo vi jugar muy bien a ese Paraguay del Tata Martino. Cambió muchísimo lo que era el fútbol paraguayo. Fue la primera vez que vi a la Selección jugar así. Me gustó mucho y fue una inspiración”, remató el joven volante de la Albirroja.