Los clubes 3 de Mayo y Boquerón, en la categoría Juvenil de Capiatá, disputaban la semifinal (vuelta) el sábado hasta que ocurrió una pelea a los 89 minutos.
Puñetazos y patadas se dieron desde todos los ángulos entre los titulares y suplentes de ambos equipos en el estadio Erico Galeano.
Lo que más llamó la atención en los videos fue que un jugador enyesado y con muletas también se armó de valor y entró a la batalla campal.
Apoyado con una pierna, agarró una de sus muletas de aluminio y le prendió uno en la espalda a un contrincante.
Enseguida uno de los policías se acercó a él para intentar calmarle mientras los demás se seguían peleando.
Boquerón estaba ganando 2-0, en la ida ya había vencido 2-1 y clasificó así a la final.
Gustavo Salinas, presidente del 3 de Mayo, relató a EXTRA que la pelea iba a pasar a mayores si es que él no entraba a atajarles a sus sobrinos jugadores.
“No hubo lastimados de ninguno de los bandos. No pasó a mayores gracias a que intervine”
“Reaccionaron ante el festejo en la cara que hicieron los de Boquerón”, manifestó.
Instó a los futbolistas a trabajar el temperamento para no reaccionar.
“Siempre les doy las directrices de que gresca yo no voy a apoyar nunca y que solamente nos llena de mala fama y de suspensiones, de multas que nada contribuyen para la institución o para la formación de ellos”, afirmó. El otro finalista es el Primero de Mayo.