La soledad y la espera desespera. Y que lo diga Junior Alonso, jugador paraguayo de Boca Juniors, que no ve la hora de cruzar la frontera para reunirse de nuevo con su familia.
El viernes, su representante, Diego Serrati, contó a FALG que el defensor está pasando la cuarentena solo en su departamento de Argentina y ya realizó los trámites junto con dos compatriotas para retornar a Paraguay. Todos están dispuestos a cumplir a rajatabla las medidas sanitarias del Gobierno con tal de que le dejen pisar suelo guaraní.
Los otros que quieren regresar son Robert Rojas y Braian Ojeda pero es a Jurgen al que le urge venir. “El que más me preocupa es Alonso, que tiene hijos”, señaló su agente a la 780 AM.
Sin embargo, según explicó el embajador paraguayo en Argentina, Julio César Vera, no se les concederá en un sapy’aite el permiso. “Tenemos en lista de espera a 300 personas con deseos de volver al país. El grupo de jugadores se encuentra en esa lista”, informó el diplomático.
Hasta ahí quizás era entendible la situación para los peloteros, pero la declaración de Federico González, ministro de Asuntos Internacionales, encendió la mecha tras mencionar que por ser futbolistas, estos pueden aguantar perfectamente el encierro ashá.
“Las fronteras están cerradas y solo por cuestiones de vulnerabilidad económica ellos pueden ingresar al país. Todos somos iguales antes Dios, ellos tienen donde quedarse”, tiró el doctor a la 1080 AM.
Atento a la jugada y de forma inmediata el Alemán reaccionó a ese comentario con otro picante dirigido a dicha autoridad. “Somos iguales a cualquier paraguayo. Pero la pregunta es: ¿ustedes son iguales ante la Justicia y la ley como cualquier persona? Saludos”, tuiteó el defensor de la Albirroja, molesto por la etiqueta que le puso el ministro.