En una tarde fantástica en el Bosque de Para Uno, que tuvo un marco espectacular, el Rey de Copas terminó amargado por un guapo Independiente de Campo Grande que confirmó ser la espinita en el zapato del Decano en esta temporada. Y eso que la historia comenzó de la mejor manera para el anfitrión, que desató el primer grito sagrado al minuto de juego.
Camacho aprovechó un resbalón de Saldívar y un gran pase del Willi para romper el cero con un zurdazo. Sin embargo, el rival no se dejó bajonear y le hizo un partidazo a la “O”. A los 27’, Saldívar se repuso de su caída y emparejó las cosas luego de una jugada de crack. Mario se disfrazó de Neymar, hizo viajar a Verón, con túnel incluido y definió de gran forma ante la salida de Azcona. Así se apagó el primer tiempo.
Final de película
Olimpia no se sintió cómodo en el segundo tiempo. El Inde manejó mejor el balón y causó preocupación a los franjeados con cada contragolpe.
Pero, el Decano confirmó que es peor que una criatura, que no hay descuidarlo ni un segundo. Mientras Julián amagó a Camacho que vaya a tirar el córner, Otálvaro se avivó y levantó el centro que terminó con el testazo goleador de Walter González.
La fiesta en las gradas era total para los franjeados. Pero a los 92’, Milciades Portillo, con golpe de cabeza, clavó una puñalada directo al corazón de los olimpistas, el 2-2 final.