Por Carlos Martínez
Ante un marco imponente en el Defensores del Chaco, el protagonista principal fue Cecilio Domínguez. Sí, el siempre hace sus locuras ante los rivales de grueso calibre. El N° 10 azulgrana brilló durante los 85’ que duró en cancha, cuando fue sustituido con una ovación infernal.
Pero sus indescifrables gambetas y su atrevimiento no alcanzaron para que Cerro Porteño pueda lograr su segundo triunfo en el torneo y romper el invicto de su tradicional rival. A los 24’, Cecilio aprovechó un rebote y desató el primer grito sagrado de la tarde.
Domínguez quebró la imbatibilidad de Diego Barreto que quedó en 553 minutos, cumpliendo así la promesa que hizo a su pequeño hijo. Lo festejó como adolescente después de su último examen final. Antes del gol, el volante azulgrana ya insinuó en varias ocasiones. Fue una verdadera pesadilla para la última línea decana.
Sin embargo, la “O” encontró la paridad a partir de un balón suelto en el área rival. Bareiro sacudió con la zurda, Antony realizó una gran parada pero el rebote terminó en un gol en propia puerta de Rodrigo Rojas.
¿Se tiró Ceci?
En el segundo tiempo, la correcta expulsión de Pablo Velázquez mermó a los locales. La jugada más polémica del clásico sucedió a los 78’. Cecilio burló a varios rivales, se metió en el área y terminó en el piso por un contacto con Mencia. Enrique Cáceres hizo la visto gorda y perdonó a Olimpia.
Un pase filtrado de Fatecha que llegó a los pies de Julián casi terminó con el triunfo decano. Olimpia sigue invicto y es escolta de Sol, mientras que el Ciclón está frenado en la mitad de la tabla.