Haimete okaipa La Toldería del Cacique. En un clásico con más fuego que El Motorista Fantasma, Guaraní y Libertad empataron 1 a 1 en Dos Bocas, pero no hubo nada de pasarse la mano, más bien casi cruzaron paleta luego del pitazo final.
El Cacique se hizo fuerte en su terruño y tuvo la total Libertad de dominar a la caprichosa en la primera etapa.
Martín Silva fue el protagonista principal del primer tiempo, especialmente por una doble tapada magistral a los 10 minutos, luego de la definición de Rodney Redes, que no logró enamorar a su apellido.
Pero como si fuera solo un calentamiento la primera parte, la temática del complemento fue acción y de la buena. Ni en las películas de Tom Cruise se tuvo tanta adrenalina como en el templo aurinegro.
A los 68’, Blas Cáceres le puso tinta a su bota izquierda y escribió un poema. Puso a la caprichosa allí donde ni el Hombre Araña llega. Golazo del Rulo que tuvo como flor de espectador a Jorge Bava. Solo le faltó una silla y pororó al golero del Cacique.
Pero, Rodrigo Fernández se desprendió la camisa y le retrucó: “¡na’ápe nde vuelto, lecaya!”. El charrúa, que aún no habla guaraní, le rompió el arco a Martín Silva luego de una magnífica asistencia de Redes y una gran jugada colectiva del Indio.
Pintó el descontrol
La Toldería comenzó a temblar en el minuto 91, cuando el árbitro Derlis López cobró penal para Libertad por una falta de Jorge Bava a Antonio Bareiro. Pero, apareció un VAR mau en el banco de Guaraní y el soplapitos se enteró que el contacto fue afuera y que iba a cometer un grave error. López dobló bien su reglamento, lo tiró a la basura y anuló el penal.
El final llegó con mucho nerviosismo y empujones entre los jugadores.