Las emociones forman parte del menú diario en la edición 46 del Nacional de Fútbol de Salón que se disputa en Concepción y ya son varias las selecciones que se anotaron para la siguiente fase: la del mata- mata. Mientras, están otros equipos que deben dar un esfuerzo extra para seguir en el baile. Uno de ellos es el anfitrión.
La afición se desayunó ayer con una grave denuncia hecha por la selección de Altos, que enfrentó anoche a los dueños de casa. Los norteños estaban obligados a ganar para no despedirse tempraneramente.
En la madrugada del jueves (horas antes del juego), unos 7 encapuchados, con arma de fuego en mano, descendieron de un automóvil y entraron a la sede de concentración de Altos para amenazar a sus jugadores. Incluso hubo disparos al aire, asegura la denuncia policial radicada por Pablo Ojeda, integrante de la delegación alteña. “Nos dijeron que, si ganábamos, no íbamos a salir vivos de Concepción”, acusó por su parte Daniel Sánchez, otro dirigente cordillerano, a la 650 AM.
Nada concreto
Martín Ota, directivo de la FPFS y encargado principal de la zona del interior, dejó lugar a la duda. “Nos manifestaron verbalmente y tomamos los recaudos necesarios, pero no tenemos nada formal. En una situación así, ellos deberían enviar nota, no podemos guiarnos por los chismes y comentarios nomás. Además, no sabemos si es una guerra mediática de una muerte anunciada, en el sentido de que saben que no tienen chances de ganar y buscan un pretexto”, explicó Ota a EXTRA, pese a la denuncia policial.