Alegre, emotiva y nostálgica fue la despedida de un grande del fútbol paraguayo, Nelson Haedo Valdez, que le puso el moño a su extraordinaria trayectoria en un lindo espectáculo con sus amigos en el Defensores del Chaco.
Ya de entrada a todo el público se le metió una Albirroja 2010 en el ojo al ver reunida, después de 11 años, a la selección que tanta satisfacción dio al país en Sudáfrica.
El primer tanto del amistoso vino con el sello guaraní: el centro cabeza y gol. Aureliano Torres con su zurda intacta lanzó al área para el cabezazo de Tacuara Cardozo. Acto seguido los muchachos festejaron haciendo el bailecito que patentaron en su momento y nos partieron el corazón.
Rápidamente el equipo de los Amigos de Haedo lo empató por intermedio del agasajado que metió un derechazo esquinado para vencer a Justo Villar.
Paraguay se puso en ventaja otra vez gracias a la definición de pechito de Lucas Barrios. En el segundo tiempo, Torres seguía dando cátedra de cómo se tiran centros dejando solo a Rambert Vera que también se anotó entre los goleadores. Luego llegaría el turno de ingresar al campo para Salvador Cabañas al que le rindieron un merecido homenaje. Nelson le cedió la cinta de capitán al Mariscal y este colocó un pase gol para el vuelo a la red del Pájaro Benítez.
Faltaba uno más, el último rugido del León Guaraní con la Albirroja que embocó el 5 a 1.
La fiesta se completó con el discurso final de Nelson. “Desde el fondo del corazón les digo gracias por todo”, dijo nombrando a los clubes y amigos que formaron parte de su carrera. Así, Haedo le dijo adiós a la pelota y fue ovacionado como el ídolo que es.