La Nueva Olla estalló con el pitazo final de Wilmar Roldán. La victoria ante Peñarol, que coloca a Cerro como puntero en su grupo, terminó con los hinchas dando cátedra de fiesta en las gradas.
En medio de toda esa algarabía, la televisión mostró la imagen más emotiva y tierna que se robó el corazón de los azulgranas: un niño echando lágrimas de felicidad.
Al toque los fanáticos se sintieron identificados con el estado de ánimo del mitã’i, quien resultó ser, Giovanni Emmanuel, hijo del capitán Juan Patiño.
“A él le encanta el fútbol, los dos vivimos mal el fútbol por así decirlo”, dijo a EXTRA Sandra Paredes, mamá del pequeño.
Contó que desde que Giovanni tiene uso de razón se empapó con todo lo que rodea al balompié. “Él nació estando nosotros en Guaraní, creció amando esos colores, después tuvimos que ir a México, él tenía 3 a 4 años más o menos y siempre vivió el fútbol a plenitud”, agregó.
Tiene solo 9 añitos, pero tanta es la intensidad que le genera este deporte que todo su mundo se centra en él. “Cuando son partidos de Copa o son partidos decisivos, como la vez pasada contra Guaraní, cuando salimos campeones, él no durmió, estuvo muy ansioso y le emociona verle a su papá, sea en el equipo que sea”, remarcó Sandra.
Fan número 1
Si para los hinchas adultos los jugadores a menudo son héroes, imagínense lo que significa Hulk en la vida de este pequeño. “Su papá es todo para él. De repente te puede decir ‘a papá le salió todo bien’. Él ve los noventa minutos de partido, él vive todo eso y si le sale mal está triste y si hay errores también me indica, me dice ‘tuvo tres o cuatro equivocaciones’”, comentó. “Mi motivación, mi motor, mi familia, te amo hijo”, escribió Patiño en su cuenta de Instagram y no es en vano porque Sandra coincide en que el niño es el cable a tierra de su progenitor.
“Le adora a su papá, no quiere faltar a los partidos. El corazón que él tiene es único. Giovanni vivió con nosotros todo, momentos tristes, excelentes y siempre estuvo ahí alentando. Sufrimos descensos con él, pero él siempre dice ‘pero papá por algo pasan las cosas’, siempre tiene una voz de aliento para su papá”, remarcó la mujer.
El pequeño no va a la escuela de fútbol a pesar de tener a un papá pelotero. “Quiere ser como su papá, que se le dé si se le va a dar lo de ser futbolista”, explicó la mamá.