Un día como ayer, pero del año 1973, el paraguayo Saturnino Arrúa Molinas debutaba en el Real Zaragoza, con un empate sin goles ante Murcia. Años más tarde se convertiría en el ídolo eterno del equipo español.
El club aragonés no dejó pasar el aniversario del primer partido de uno de los más grandes futbolistas de su historia. “Hablar de Nino Arrúa es referirse a uno de los jugadores más gigantes, para muchos el mejor de la historia del fútbol paraguayo. Un mago, un superclase, un ilusionista”, comenzó diciendo el artículo en la web oficial del Zaragoza, recordando a Arrúa.
El “10” paraguayo lideró al mejor Blanquillo de todos los tiempos, junto a los compatriotas Carlos Diarte, Felipe Ocampos, Juan Carlos Blanco y Adolfo Soto. “Se trata de un jugador que abanderó al Zaragoza de los ‘Zaraguayos’, cautivando a La Romareda con sus goles imposibles y esas celebraciones con los brazos levantados en las que se abrazaba con el público zaragocista”, continuó llenando de elogios la página del León.
El Nino desparramó talento por 6 temporadas, y en medio de eso, logró un subcampeonato en 1974/1975, la mejor campaña de Zaragoza en sus 86 años de vida. Además, en ese campeonato le propinó una impresionante paliza al Real Madrid por 6 a 1, que quedó grabada por siempre en la memoria de los aficionados Maños.
El mensaje del ídolo
Mediante un video que fue publicado por las redes sociales del Zaragoza, Saturnino Arrúa rememoró nostálgico su gran paso por el fútbol de la Madre Patria.
El León milita actualmente en la Segunda Dvisión y el Nino anhela que vuelva a estar entre los grandes de España. “Esperemos que la gente de la ciudad se ponga las pilas y unidos todos volvamos a ser equipo de Primera”, indicó.
Por último, Arrúa dejo un mensaje con mucho sentimiento hacia su exclub. “Este corazoncito sigue latente por el gran Zaragoza y tengan muy en cuenta que hasta el último suspiro de mi vida me voy a recordar de todo lo que hemos pasado”, finalizó el Mago.