El reestreno de Marcelo Estigarribia en el fútbol paraguayo, con la camiseta azulgrana, el partido ante Rubio Ñu ya era muy especial. El Ciclón comenzó a soplar con fuerza, insinuó rápidamente frente a la portería rival, pero no aprovechó esa muy breve inspiración. Después, el conjunto ñuense confirmó su buen momento colectivo, cerrando bien los espacios y teniendo mucha posesión. Pero, el pecado de la visita fue la falta de rebeldía.
El tropiezo
Las mayores emociones se vivieron en el segundo tiempo. Un latigazo de Luis Leal a los 71’ se coló en el ángulo de Tobías Vargas para el delirio de la afición cerrista. Sin embargo, el espíritu festivo duró muy poco. El joven volante, Iván Ramírez, sacó un misil que se desvió en Valdez y dejó sin chances a Antony, a los 74’.
Los últimos tramos fueron electrizantes. Farías puso toda la carne al asador. El “Memo” Beltrán tuvo el triunfo, pero la caprichosa prefirió pegar en la base del palo y se fue a descansar afuera. El ingreso del interminable “Toro” Acuña, en Rubio Ñu, terminó inclinando la balanza a favor de los visitantes. En la última vuelta de las agujas del reloj, Juan Núñez envió un precioso centro en el corazón del área cerrista y Fabio Escobar, el verdugo del Ciclón, impactó un testazo que dejó sin chances a Silva. Una bofetada del “Rubio” para desatar una verdadera caldera entre los hinchas azulgranas que están perdiendo la fe en el entrenador. Algunos le dijeron de todo después de la caída.