05 mar. 2025

El regalo a Chespirito contiene una enorme ayuda guaraní

En el minuto 61, Pablito Aguilar fue el águila que se elevó más que todos los felinos y anotó el 2-0 parcial, desatando el delirio del Estadio Azteca. En el minuto 61, Pablito Aguilar fue el águila que se elevó más que todos los felinos y anotó el 2-0 parcial, desatando el delirio del Estadio Azteca.

El martes 3 de septiembre de 2013 quizás haya sido el día más triste de Pablo César Aguilar (27), el guerrero albirrojo que aportó un tanto en la consagración del América como campeón del fútbol mexicano.

Aquella vez, el defensor compatriota tuvo que abandonar la concentración de la selección paraguaya de fútbol por un problema sanguíneo, y se perdía así los duelos ante Bolivia y Argentina por las Eliminatorias.

“Uno de los días más triste de mi vida, ya presto para mi regreso a México. Ya pronto sabrán por qué. Saludos”, escribió en esa ocasión Pablito en su cuenta de Twitter. Ese fin de semana, a pedido suyo y desoyendo las órdenes de los médicos, jugó en filas del Tijuana y se despachó con un golazo en el triunfo (3-0) de su equipo ante el Veracruz.

Después, Aguilar decidió operarse y se mandó sacar el bazo, para esquivarla enfermedad que ponía en peligro su vida. Todo por amor a la Albirroja y a su deseo de defender a nuestro país. El siguiente paso del defensor fue recalar en uno de los equipos más grandes de México: las Águilas del inmortal Chespirito.

LA FINALÍSIMA

Luego de varias críticas hacia él y casi todo el plantel del América, Pablito hizo retumbar el Estadio Azteca en la finalísima ante Tigres con un cabezazo que se coló por encima del portero Nahuel Guzmán.

Era el 2-0. Las Águilas terminaron goleando 3-0 y alcanzando un título más en el fútbol mexicano, el duodécimo de su historia. “Emocionado, contento por este nuevo título, es un orgullo muy grande, quedamos en la historia del club. Esta alegría no tiene explicación”, declaró Aguilar.

El título más sufrido Aguilar se refirió a la complicada situación que vivieron en el año, siendo blanco de constantes críticas. “Se hablaba de malos tratos, problemas con el técnico y que el grupo estaba dividido. Demostramos que estaban equivocados y terminamos consiguiendo el objetivo”, expresó el guerrero guaraní que alcanzó su segundo título en el país charro.