La sorpresiva muerte del exjugador del Aborigen, Édgar Aranda, dejó consternados a todos los amantes del fútbol en nuestro país, y más aún por aquellos que fueron sus compañeros de equipo.
Las primeras informaciones decían que la causa de su muerte fue por un infarto y ayer el jefe médico del Deportivo Capiatá, el doctor Héctor Fleitas, confesó que el futbolista ya no podía luego volver a las canchas.
“Édgar llegó al Deportivo Capiatá en 2019, le hicimos todos los estudios de electrocardiograma y ecocardiograma y hemos notado que él tenía un problema del corazón. Tenía hinchado el corazón, dilatado”, arrancó contando el profesional, que a guión seguido comentó el increíble pedido del jugador.
“Él me había dicho que me iba a firmar un consentimiento por escribanía de que se hacía plenamente responsable de lo que le pase dentro de la cancha”, añadió.
Pero como corresponde, el médico cumplió con su rol, agarrándose de la respuesta lógica a su pedido. “Le expliqué que no podía permitir eso y entendió. Con el cardiólogo del club le convocamos a Édgar Aranda y le explicamos del riesgo que corría de seguir jugando al fútbol”, reveló a la 730.
En enero del 2019, Aranda había rescindido su contrato con el Escobero alegando un problema familiar.