
El Kure Luque defendió con garras y dientes su terreno, pero le faltó ser más atrevido en la zona de ataque para tratar de inquietar la portería de Independiente Santa Fe. Estaba obligado a convertir. De todas formas, Luqueño estuvo muy cerca de lograr la hazaña de revertir el 1-1 del juego de ida e instalarse en la final de un torneo internacional por primera vez en su historia.
Los colombianos, sin hacer muchos méritos, accedieron a la final de la Copa Sudamericana tras la igualdad en cero en el Campín de Bogotá. Faltó un poquitín para que Luqueño pudiera abrir el marcador en la primera fracción tras una magnífica maniobra de Di Vanni. El delantero argentino tiró un centro al ras del piso que ni Ortega ni Báez pudieron convertir en gol en la boca del arco rival. El lateral izquierdo conectó la pelota, pero la “caprichosa” terminó afuera.
Rivera insistió mucho con la misma figura táctica. Mandó a Alegre a la cancha en el inicio de la complementaria y el aporte del delantero fue escaso. Ortiz ingresó ya en los minutos finales del compromiso. El Chanchón batalló mucho y cayó de pie.