19 ene. 2025

El grito sagrado brilló por su ausencia en Pasadena

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22-DEP

La presencia de la “Canarinha” en el estadio Rose Bowl, ahí donde Dunga levantó la Copa del Mundo en 1994, generó una gran sensación ayer en la primera fecha del Grupo B de la Copa América Centenario. Y el espectáculo no desentonó pese a la ausencia de los goles. El juego arrancó con mucho vértigo, con mucha dinámica y rápidamente se instaló un golpe por golpe entre las selecciones.

Miler Bolaños activó un derechazo chanfleado que pasó muy cerca del poste de Alisson, quien voló para la foto. La respuesta fue inmediata. Esteban Dreer agigantó su figura para evitar que el puntazo de Coutinho rompa el cero en Pasadena, Los Ángeles. Gran acción previa de Willian, quien fue una verdadera pesadilla para Walter Ayoví, lateral izquierdo tricolor.

Justo antes del final de la primera parte, Ecuador volvió a avisar con un tiro libre de Enner Valencia que fue detenido por Alisson.

Sin emoción

Sin embargo, el segundo tiempo cayó en un pozo y salvo peligros aislados, ecuatorianos y brasileños estuvieron muy lejos de conseguir algún grito sagrado en el encuentro. En el minuto 67 ocurrió un hecho anecdótico. Bolaños remató y el balón terminó en gol, pero el asistente marcó que el balón había traspasado por completo la línea final.

Sin dudas, la gran polémica de la noche. La paridad final dejó a Perú como único líder del Grupo B, luego de su triunfo por la mínima ante Haití.