El Rey de Copas, empujado por un Bosque de Para Uno repleto de hinchas, salió victorioso en el clásico más añejo, ante Guaraní, y trepó hasta la segunda posición de la tabla, a dos puntos de General Díaz, la sorpresa del torneo.
Pese a que empezó mejor y tuvo mayor posesión, el Indio se perdió a la hora de generar peligro en el área rival y pagó caro sus errores defensivos.
A los 35’ se desató el primer grito sagrado en la Cuna de Glorias. El encargado; William Mendieta. El “10” franjeado aprovechó una pifiada de Cabral y ensayó una chilena magistral para romper el cero. Una obra de arte como es costumbre en el “Willy”.
Por si ese golpe haya sido doloroso para el Cacique, el segundo fue devastador. A los 41’, Néstor Camacho madrugó a todos en un córner, peinó el balón y luego de una carambola, la caprichosa terminó durmiendo en la portería aurinegra. El “Macho” cumplió con la ley del ex y lo festejó con un “Te quiero”, en lengua de señas.
Mucho calor
En el segundo tiempo, el árbitro Julio Quintana se cansó de repartir tarjetas e incluso expulsó a Hernán Novick. Eso sí, minutos antes perdonó la roja a Richard Ortiz.
Debido a las piernas fuertes, Ever Almeida sacó a Willy, quien había ingresado a los 22’ por la lesión de Walter González. El “10” terminó derramando lágrimas en el banco, no sin antes patear todo por no querer salir.