Ernesto Álvarez es el hombre del momento en el ámbito futbolístico, es el goleador del campeonato, jugando para el equipo que lidera la tabla, Sol de América. Motivo suficiente como para que sea el más requerido por los medios y se transforme en una figura mediática, un presente hermoso en la carrera de un jugador con una trayectoria que no siempre fue un camino de rosas.
El “Pinti” participó del programa “Al Estilo Pelusa”, en donde narró sus inicios deportivos y el momento en donde creyó que ya nada tenía sentido. “Mi mamá era no vidente, mi papá casi no caminaba, nos sostenían en la familia mi hermana mayor y un hermano”, comentó.
Hace unas semanas se cumplieron 14 años del fallecimiento de su madre, algo que recordó con tristeza por redes sociales. “En el 2002 murió mi mamá, a los cinco años fallece mi papá, quedamos huérfanos muy rápido. Después en un accidente de tránsito muere mi hermana mayor; ahí ya no quise saber nada del fútbol, me metí en el alcohol, todos los días era esa mi vida”, sostuvo.
Su esposa, su luz
Desesperado y con un panorama desolador, Ernesto buscó refugio en el alcohol como método para eludir sus penurias. “Mis amigos me pedían que salga de eso, que lo mío era el fútbol y que tenía que reponerme de eso”, comentó entre lágrimas.
Tras un breve lapso de tiempo y luego de ser animado por la conductora Pelusa Rubín y el presidente del club, el doctor Miguel Figueredo, comentó que hoy el panorama es mucho más alentador. “Pude salir de eso, gracias a mi esposa y a mi hija, dos mujeres que amo con todo mi corazón”, finalizó.