No se pierde un solo partido de local de su amado Danzarín.
Toda una vida. De generación en generación, la familia Gamarra hereda la pasión solense. Todos son socios desde que nacen, hasta el último de sus días. En frente mismo a la sede social del club Sol de América, ubicada en barrio Obrero, vive doña Castorina Gamarra, quien el jueves cumplió 94 años de vida, en el máximo esplendor, y tiene una existencia amando a su querido Danzarín.
Prueba de eso es que una vez culminada la Guerra del Chaco, se calzó la playera de básquet y defendió con amor propio el escudo solense, llenando la canasta de puntos allá por el año 1939.
Toda la familia Gamarra es socia del ente más popular de Villa Elisa, siendo así hinchas de cuna. En la actualidad, doña Castorina no se pierde un solo partido del Azul y le tiene como ídolos a Pablo Zeballos y José Ortigoza.
“Cuando no la podemos llevar tenemos que esconder los diarios de ella, solamente lee la parte de deportes y todo lo referente a Sol de América, y anota en un papel el horario del juego, porque sí o sí tiene que ir”, contó a EXTRA Cristina Insfrán, hija de la Abuela Solense.
Los fines de semana hay algo sagrado para doña Castorina, es sinónimo de ir a alentar al Club de sus Amores.
Para ella, Sol de América lo es todo. Es como una religión”, subrayó la familiar.
Hace cuatro años, en su cumpleaños N° 90, la entidad azul le rindió un homenaje, previo a un partido de local, donde la abuela recibió una placa especial.
Rivalidad eterna
Anteriormente, los dragones azules animaban el clásico de barrio Obrero contra Nacional, hasta que los primeros se mudaron a Villa Elisa. “Su enemigo es Nacional, ella dice luego ‘ojalá que pierdan’. A Olimpia también siempre le quiere ganar”, reconoció la orgullosa hija.
Cristina desea hacer feliz a su madre y pidió a los jugadores una camiseta autografiada para su madre. ¡Vaya que se la merece!