Lo que parecía un domingo ideal para disfrutar de buen fútbol con la familia en la bella ciudad de Villa Elisa, donde El Danzarín invitó a Cerro Porteño para cerrar el campeonato, terminó manchado por el vandalismo de los peores enemigos del deporte rey; los Barras Bravas.
Minutos antes del duelo, unos 400 fanáticos del Ciclón caminaban por la Avenida Von Poleski, a pasitos del Luis Alfonso Giagni. En eso se armó una feroz pelea entre vándalos del Grupo Comando contra La Plaza, facciones de Cerro Porteño. En medio de la explosión de los petardos y del cruce de paletas, un hincha se llevó la peor parte.
Mathias Sebastián Ortellado Mendoza, de 23 años de edad, oriundo de Lambaré, terminó tendido en el suelo con heridas de arma de fuego. No hubo caso, el joven falleció y se convirtió en una víctima más de los cobardes que se escudan detrás de los colores. El difunto, que recibió los disparos en el glúteo, en la espalda y en el muslo, era de la Barra Comando y uno de los “líderes” en la zona de San Isidro.
El Comisario Arsenio Correa explicó que se encontró una pistola calibre 38 en el lugar. La misma fue arrojada debajo de una camioneta, presumiblemente por el asesino. No se descarta que haya sido premeditado, Ortellado no habría sido una víctima al azar.
Mientras que Ricardo Garcete (39), también fanático del Ciclón, terminó en el hospital por una herida de arma de fuego.
El show no paró
Luego de esta película de terror, el show tuvo que continuar y Cerro Porteño logró cerrar el semestre con una victoria. El argentino, Joaquín Larrivey, de tiro penal, desató el único grito sagrado del partido, que terminó 1 a 0 en el Luis Alfonso Giagni. Conejo Benítez fue expulsado en el Ciclón, ya en el primer tiempo, Mario Otazú dejó a Sol de América con 10 hombres, en el segundo tiempo.
El vicecampeón prefirió no ser premiado en Villa Elisa. “Será mejor que nos entreguen en la cena de los campeones que hace la APF”, indicó Raúl Zapag a la 1080 AM.