14 dic. 2024

Diego Barreto: “Aguanté la bronca y seguí para adelante”

El exarquero de Cerro Porteño habló del peor partido de su vida.

No cabe duda que para el cerrista la eliminación más dolorosa de la Libertadores fue aquella ante el Santos, en el 2011.

Tras una buena campaña, habían conseguido clasificar a semis y tenían la chance de estar en la final por primera vez en la historia.

Se enfrentaron a Santos que llegaba de obtener 1-0 en Brasil. Pero el sueño se hizo trizas en poco tiempo del partido. En el minuto 2, Zé Eduardo metió el primero, luego llegó el blooper del arquero azulgrana Diego Barreto. Pedro “Ganso” Benítez le hizo un pase de cabeza que se le escurrió de manera increíble.

Era el 2-0. Para las 26.000 almas que coparon el estadio Pablo Rojas fue un baldazo de agua fría. El partido terminó 3-3, pero no alcanzó. A Barreto aquel duelo lo marcó. “El peor partido fue ese contra el Santos, es fuerte”, dijo Diego al programa Paparrilla, que utiliza la plataforma de TikTok e Instagram para difundir sus videos.

Muy duro

El exarquero azulgrana recordó que lo sucedido fue difícil de enfrentar.

“Y más todavía vos atajando y vos sos hincha del club, te golpea 10 veces más, y lo que pasa es que el único que puede fallar es el que está ahí adentro, los que están afuera nunca van a fallar, el que está sentado ahí en el banco tampoco va a fallar, estamos expuestos y son las reglas del juego”, agregó.

Diego Barreto

Contó que aguantó lo que se vino después, las múltiples críticas y la avalancha de plagueos.

“En ese momento, me tocó a mí y aguanté la bronca y seguí para adelante, no quedaba de otra”, dijo.

Barreto llegaba también haciendo atajadas muy importantes, pero nadie se explicó lo que le ocurrió en aquella desgraciada jugada.

“Duele porque teníamos un equipo increíble, veníamos de eliminarle a Colo Colo, le ganamos en su cancha, remontamos 2-0 veníamos superbién, embalados, el primer partido en Brasil hicimos un partidazo, tapé muchísimo, pero bueno es así, cosas del fútbol”, remarcó.

Diego fue uno de los porteros más queridos, pero también odiado por la afición azulgrana, más aún después de mudarse a la vereda de enfrente.