Derlis Pollo Ortiz es un jugador de 31 años, campeón del torneo Apertura 2007 con el Chanchón. Su último club en Primera fue el Deportivo Capiatá en el 2016 y una lesión delicada en la rodilla lo alejó de las canchas de la División de Honor. Entre todos esos vaivenes encontró una profesión paralela.
“Un día me fui a la peluquería, y veía a la gente que entraba y salía, y dije que en este tema hay plata. En ese entonces (2017) estaba entrenando y jugando en el equipo JDK de San José de los Arroyos y me fui a preguntar a la academia de Joseph cuándo comenzaba el curso”, empezó contando el Pollo a Diario EXTRA.
Ortiz fue a estudiar peluquería una vez por semana, al principio le costó pero de a poco le fue tomando la mano. “Empecé y era todo un tema. Dije en dónde me vine a meter. Después fui agarrando con mucha seriedad porque me gustó desde un principio”, comentó el futbolista.
Después de pasar tres módulos en 9 meses, Derlis debutó con las tijeras: “Primero me ayudó mucho a mí salir a cortar a chicos de familias humildes y fui aprendiendo más rápido”.
Al perfeccionar su técnica, abrió su propio local. “Atiendo en mis ratos libres en casa. Cada día va más gente. Muchas veces las personas llegan tarde de su trabajo y yo sin problema les corto.” , señaló. El pelotero estilista va formando su clientela en el mundo del fútbol, con sus viejos conocidos: “La mayoría están al tanto que soy peluquero, me he ido en la concentración de Trinidense a cortar los cabellos y también a otros jugadores y técnicos”.
Tijera y cuerda
En cuanto a su situación en el fútbol, Ortiz está actualmente jugando en la Liga Carapegüeña y tiene la intención de retornar a la Primera el año que viene. “Mi idea es jugar 5 a 6 años más. Me siento todavía en forma, para cualquier club que me quiera contratar”.
Mientras tanto, el Pollo tiene trabajo y futuro asegurado cortando cabellos en el barrio Santacruz de la República de Luque, con las siguientes tarifas: “El corte normal es G. 20.000 y el corte sombreado, que está de moda, cobro G. 25.000”, contó.