Durante la última jornada de la fase de grupos de la Copa Libertadores, el jugador venezolano Miguel Navarro, de Talleres de Córdoba, se puso a llorar y tuvo que ser consolado por sus compañeros y hasta por el árbitro.
El defensa del equipo argentino acusó de xenofobia al paraguayo Damián Bobadilla, del São Paulo.
De acuerdo a los datos, el incidente se produjo en el estadio Morumbí, donde el conjunto brasileño derrotó por 2-1 a Talleres, que quedó fuera del certamen internacional.
La fuerte acusación surgió tras una discusión entre ambos jugadores, luego del segundo gol de São Paulo, sobre los 41 minutos del segundo tiempo.
Navarro, visiblemente afectado, lloró en el césped y amenazó con abandonar el partido, pero sus compañeros lo convencieron de continuar.
Según el comunicado de Talleres, Damián Bobadilla, hijo del histórico Aldo Bobadilla, le habría insultado al llamarlo “venezolano muerto de hambre”, lo que desató la indignación en el club argentino.
A través de sus redes sociales, Navarro también se pronunció tras lo acontecido y aseveró que irá hasta las últimas instancias para que Bobadilla reciba una sanción.
“Nunca me avergonzaré de mis raíces. No hay lugar para el odio en el fútbol. Iré hasta las últimas consecuencias”, escribió el jugador venezolano, quien acudió a un puesto de la Policía en el Morumbí para registrar la denuncia formal.
El capitán del Talleres, Augusto Schott, y el técnico interino del equipo, Mariano Levisman, respaldaron la denuncia, calificando el acto como “racista y xenófobo”.
Por su parte, el también Albirrojo no emitió ningún comunicado ni pedido de disculpas hasta el momento.
