Paolo Guerrero corrió despacito para festejar su gol, abrió los brazos y sus decenas de tatuajes esparcidos por el cuerpo se abrazaron con sus compañeros. El peruano anotó solito de cabeza, en medio de dos defensores paraguayos, el empate transitorio ante la Albirroja.
Poquito antes había convertido su primer gol con nuestra sele absoluta Ángel Romero, el mellizo del Corinthians. Fue después de que el guapo de Óscar Ruíz se las arreglara por la punta zurda para enviar un centro al área.
El ex Cerro Porteño ensayó un remate que, por el camino, se desvió en un defensor contrario. El golero Gallese ya se había arrojado a otro sitio y el rebote hizo que no pudiera atrapar la pelota. El grito de gol no hizo mucho ruido, por la poca presencia de público. Las mayores emociones se vivieron después de los primeros 45 minutos. Con el ingreso de Romero y Rojas, en el segundo tiempo, la sele tuvo una mayor movilidad por las bandas y algo más de profundidad en el área rival. Ruíz no desentonó en su debut absoluto.
Gustavo Gómez se portó en la línea de atrás, salvo la jugada del gol peruano. Derlis González ingresó por Roque faltando poquito. Luego de una mano sobre la línea, ya cuando el juego se iba, el réfere cobró penal. El pelotero del Basilea chutó fuerte, a ras del pasto, y convirtió. Queda aún mucho trabajo para que encajen las fichas en el tablero albirrojo, que volvió a conocer el sabor de la victoria después de cuatro juegos. En fin. Costó, “Peru” al final ganamos.