El todavía ídolo de la afición franjeada Martín Silva había concretado su vinculación con el Vasco Da Gama a fines del 2013 y tuvo que cambiar Asunción por Río de Janeiro para fijar residencia. El exportero de Olimpia y toda su familia tienen mucho cariño por sus mascotas: una gata siamesa y un perrito caniche.
Ambos tuvieron que quedar bajo el cuidado de Ximena Pedrero, amiga de los Silva, debido a que a la familia le faltó tiempo para realizar los trámites que se necesitan para llevar a un animal a otro país. Una pelea entre Ximena y su exnovio, Carlos Guasti, desató toda la polémica. El hombre se apoderó de las mascotas y allí comenzó el dilema.
Asentado en suelo carioca, el charrúa intentó por todos lados recuperar a sus mascotas, por el lazo afectivo que significan para toda su familia, en especial para sus tres hijos. “Martín trató de comunicarse con Guasti, pero era muy difícil hablar con él. Entonces Silva hace público por las redes sociales, requiere de la devolución de las mascotas pero el señor se vuelve a negar. Ahí, Martín se contacta con Ricardo Scarone para emprender una demanda”, cuenta Sonia Carreras, abogada del portero.
Por un regreso inmediato Ayer, una comitiva judicial allanó la casa de Guasti, quien no tuvo remedio que entregar las mascotas a las autoridades. Ahora, los abogados de Martín realizarán los trámites para que los Silva puedan disfrutar de nuevo de sus preciados tesoros.
Silva sólo quería a sus mascotas
La justicia paraguaya logró recuperar las mascotas en casi un año. El caso se cerraría solo de esa manera, debido a que Martín Silva sólo pretendía tener de vuelta a sus animales. El exportero de Olimpia no pidió ningún resarcimiento a Carlos Guasti, el muchacho que se apropió del gato y del perro. El uruguayo fue una de las principales figuras de Vasco Da Gama, que regresó a la Primera este año. El paraguayo Eduardo Aranda es su compañero de equipo.