En el fútbol de tierra adentro siempre el arbitraje está en la mira y en la Liga de Caaguazú las críticas van dirigidas específicamente a los que están con sobrepeso.
Un periodista de la zona, Marcos Rojas, tocó el tema en su programa cuestionando duramente a los jueces con kilos de más. “Mientras la UFI exige títulos a los entrenadores del interior, para los soplapitos la prueba física es paupérrima. Cualquier piñata se convierte en aipo ‘referi’”, publicó en Facebook, compartiendo la entrevista que hizo al respecto con el Director de Áribitros de Caaguazú, Héctor Arzamendia.
La cabeza de los réferis justificó la condición de los mismos por el lado del factor económico. “El tema está en el honorario, le presentás a los dirigentes y todos te rechazan. Claro que vamos a estar exigiendo pretemporada si hay más honorarios, por ganar poco estamos así”, argumentó Arzamendia en charla con Contacto País Noticias.
Marcados
Echando más leña al fuego, el club General Caballero de Caaguazú solicitó ayer a la liga que el árbitro principal, Édgar González, y sus asistentes, Rodrigo Ávalos y César Benítez, sean desprogramados hasta que bajen de peso. Esto, debido a la denuncia de una mano penal que dejaron pasar y un offside no marcado en el juego ante 8 de Diciembre. “Pedimos la recusación y sanción de esta terna arbitral, para que puedan ponerse en condiciones físicas y poder estar a la altura de un partido de alto calibre”, reza el comunicado.
González, uno de los apuntados, se hizo eco de las cañeadas y respondió con humor los comentarios de amigos y conocidos. “Quieren colgarse de mi gordura. Estoy en forma, que lo que decís. En forma de pelota”, escribió en Facebook.