La foto de los campeones. El pueblo azulgrana no faltó a la cita y puso el marco ideal en el Defensores para el último juego de Cerro Porteño en el torneo Apertura. El campeón tuvo un inicio bastante relajado, tratando de tener la posesión del balón, pero careció de profundidad.
Un despeje corto de Julio Manzur dejó cara a cara a Díaz con Valenzuela, pero el Albiverde supo pasar el sofocón. Poco a poco, Rubio Ñu logró posicionarse mejor en la cancha. El ingreso de Cardozo por Oviedo desató un aluvión ñuense, que generó fuertes dolores de cabeza a la última línea del Ciclón. A los 23 minutos, Correa recibió el balón, eludió a Mareco, dejó pasar de largo a Fidencio y colocó la pelota en el fondo de la portería azulgrana. Hasta el final de la primera etapa el Albiverde tuvo chances para aumentar la diferencia.
Mareco y Valdez vivieron una verdadera pesadilla en ese lapso. El “Tiburón” decidió apostar por Cecilio en lugar de Díaz para el inicio de la complementaria. No obstante, Rubio Ñu pegó el segundo golpe a los 54', por intermedio de Nery Cardozo, para imponer un nerviosismo total en Sajonia.
Cerro Porteño, herido en su amor propio, comenzó a acorralar al rival con mucha convicción. Rodrigo Rojas anotó un tanto clave, a los 61', con un sorpresivo zurdazo que se coló en la portería de Valenzuela. A partir del descuento, el Ciclón martilló con mayor insistencia y el empate era inminente.
La anguila salvadora
A los 75', uno de los caballitos de batalla de Roberto Torres en este torneo, Miguel Almirón, se encontró con un despeje corto y, con un poderoso misil, decretó el esperado empate en el Defensores del Chaco. Los dos equipos intentaron evitar la paridad final, primero Rubio Ñu a través de Piris Da Motta, después Cerro Porteño por intermedio de Domínguez, pero la suerte ya estaba echada. Así, “Tiburón” terminó el torneo con 16 juegos invictos, mientras que Miguel Pavani, DT ñuense, alcanzó 9 partidos sin perder.