Rodrigo Burgos, pese a no seguir en el club, quiere llevarse el mejor recuerdo de Olimpia. Para ello, decidió tatuarse el rostro del máximo ídolo de la hinchada franjeada, Roque Santa Cruz.
Una foto que se esta volviendo viral muestra al volante en plena sesión de tatuado. La fiesta por la 41 sigue dando que hablar.