La Albiceleste jamás apareció para el superclásico sudamericano, es una forma de decir. En el Mineirão de Belo Horizonte, la Canarinha hizo lo que quiso desde el pitazo inicial. La velocidad de Neymar y sus secuaces fue un verdadero martirio para Argentina.
A los 24 minutos, Brasil rompió el cero a través de una hermosa acción de Philippe Coutinho. El volante del Liverpool de Inglaterra dejó rivales por el camino y acomodó a la caprichosa en el ángulo, lejos de las manos de Sergio Romero.
La visita jamás encontró respuesta a sus necesidades y de yapa, recibió otro castigo a nada del final de la primera etapa. Neymar agarró el balón, encontró espacio y no perdonó. Llegó hasta las narices de Romero y puso el segundo. Delirio total en Belo Horizonte ante la mirada atónita de Lionel Messi, quien volvió a la Albiceleste, pero nada pudo hacer para evitar la caída.
Paulinho puso el broche de oro a los 58 minutos, decretando una goleada ante el rival preferido. Brasil, único puntero del clasificatorio, ya realizó el telefonazo a Rusia para ir reservando los hoteles. A este paso, la clasificación mundialista es cuestión de tiempo.