Una regla sagrada de nuevo se cumple: la realidad supera a la ficción. Ayer fue el día menos soñado para Diego Barreto. El arquero que toda su vida amó los colores de Cerro Porteño se puso la indumentaria de Olimpia para emprender el desafío de ser un nuevo soldado franjeado.
Jamás pensó que eso ocurriría. Pero eso no es todo. Su excompañero Miguel Paniagua, con quien conquistó el título de campeón del Apertura con el Ciclón, también estrenó uniforme: el del eterno rival del equipo azulgrana.
“Es un paso muy importante, un desafío muy lindo y los compañeros me recibieron de la mejor manera. Por suerte, conozco a varios de los compañeros y eso lo hizo más fácil. Ahora solo queda trabajar y dejar todo”, dijo Diego, tras su primer entrenamiento en la Villa.
“Obviamente todo cambio cuesta. Son ciclos que se cumplen, lo mío se cumplió y ahora solamente a pensar en lo que viene. Uno necesita nuevos nuevos desafíos y los afrontamos de la mejor forma. Olimpia es mi presente”, añadió. Diego dijo que tiene una sola receta para conquistar a la hinchada franjeada: “Trabajo duro y dejar todo en cada partido”