
El Indio de América estuvo lejos de su juego bonito y contundencia, pero dejó el alma y la piel en el césped del Cilindro de Avellaneda para anotar su nombre entre los 4 mejores clubes del continente, después de 49 años. Sí, el modesto Guaraní, a quien todos querían enfrentar, dejó afuera a Racing y ahora va por River Plate, también de Argentina. El terciopelo jamás estuvo en los botines de Julián Benítez y Federico Santander; el primero perdonó un penal y el segundo no estuvo fino frente a la portería rival, pero brilló en los guantes del monumental Alfredo Aguilar, quien fue un verdadero muro en el arco aurinegro. El joven arquero de Guaraní se erigió en la gran figura en la histórica y fría noche en Argentina, despejando cualquier cosa que se movía en su área chica.
Valió el sufrimiento
Marcelo Palau, siempre valiente, peleó un balón con tanta determinación, que terminó complicando a la última línea local. Cuando el charrúa se disponía a anotar el primero, Sebastián Saja lo agarró de la pierna y el árbitro no dudó en sancionar penal y expulsar al portero de Racing, con roja directa.
Entró Ibáñez, arquero suplente, y detuvo el tiro penal de Julián Benítez, manteniendo con vida al conjunto local, en el cierre de la primera parte. En el segundo tiempo, aún con un hombre menos, Racing fue un aluvión, pero el Cacique demostró la garra Guaraní, se defendió como gato panza arriba, sufrió más de la cuenta, pero logró escribir una página gloriosa en la historia de la Copa Bridgestone Libertadores.
Guaraní enfrentará a River Plate en Semifinales, primero en Buenos Aires, el 15 de julio y después en Asunción, el 22 de julio. La otra llave de la Libertadores la jugarán Tigres ante Inter de Porto Alegre.
Por Carlos Martínez