Se difundió el onceno del Ciclón y más de uno se sorprendió por la ausencia de Fabbro y Díaz. “Tiburón” apostó por un claro 4-4-2, con Beltrán y Ortigoza en la delantera. Desde el pitazo inicial se vivió un juego candente, a regañadientes, en el que nadie regaló nada.
Las constantes fricciones fueron levantando el termómetro. A los 22 minutos, Cerro Porteño hizo una salida limpia desde el fondo. La corrida de Valdez por más de 30 metros despejó todo. Rodrigo Rojas recibió el balón, se asoció con Ortigoza, quien se quedó frente a la portería, y no perdonó.
Con un latigazo soberbio, Orti decretó el primer grito sagrado en Sajonia. Sin lograr una diferencia notoria en el trámite, los azulgranas aumentaron la diferencia a los 31'. El juvenil Matías Rojas acomodó el balón, se tomó confianza y sacó un tiro libre magnífico que bordeó la barrera auriazul y dejó en ridículo la frágil estirada de “Pipo” Giménez.
Golazo al puro estilo Chilavert del mita’i. Todo era color de rosas a esa altura de la noche para el Azulgrana, pero un cabezazo de Meza rompió el record de Álvarez y achicó la diferencia en el Defensores. Un final tranquilo Luqueño arrancó más ambicioso el segundo tiempo, atacando por las bandas, pero una presión alta del Ciclón terminó en el tercer grito azulgrana.
Rodrigo Rojas recuperó la pelota de gran manera y asistió a Ortigoza, quien dejó en el camino a “Pipo” y la mandó a guardar. Delirio total de la hinchada cerrista que veía cómo su equipo sacaba adelante un durísimo partido ante un rival que mermó en su lucha recién con la expulsión de Godoy.
Con el hombre de más, Cerro tuvo varias chances como para ampliar la diferencia, pero ni Ortigoza, ni Fabbro, ni Matías Rojas pudieron vencer al golero rival y se propuso evitar una resultado más abultado. El Ciclón todavía adeuda un partido ante Nacional, sopló con fuerza en Sajonia, golpeó en los momentos justos a un bravo Chanchón y se puso a un punto de Olimpia que sigue disfrutando de la cima en soledad.