Pobladores del barrio Tablada Nueva manifestaron gran preocupación por la enorme fuga de agua cloacal proveniente de una tubería principal, colapsada el pasado domingo, en el callejón 8 de Junio. Según afirman, el colector recibe los desechos de toda la capital y estos son esparcidos por las casas de los vecinos, quienes, además del olor nauseabundo, también deben aguantar la invasión de ratas y mosquitos.
Norma Domínguez, una lugareña afectada, señaló que desde hace más de un año que sufren. “El olor es impresionante, no podemos dormir tranquilos y a la hora del almuerzo tenemos que encerrarnos. El agua de la cloaca ya está a punto de entrar a la pieza de mi vecina. Este caño pierde agua todo el día, se derrama en grandes cantidades y termina en la Laguna Pytâ. Cuando hay raudal, se inunda toda la cuadra”, expresó.
Recién para el 2017
El ingeniero Néstor Roa, encargado de la Gerencia de Alcantarillado de la Essap, indicó que mañana repararían provisionalmente la fuga; pero aclaró que la solución definitiva está prevista para el primer semestre del 2017.