El tambo, que se encuentra en el sitio desde hace 10 años, corre el riesgo de ser derribado. En medio de fuertes discusiones, dos grupos vecinales de la 3ra. Compañía Isla Bogado de Luque se acusaron mutuamente de ser los responsables del grave problema de insalubridad que sufre el asentamiento “Divino Niño Jesús”.
Uno de los bandos, comandado por María Teresa Martínez, echó la culpa de la problemática a un hombre llamado Roberto Reyes, propietario de un supuesto tambo clandestino en el que cría distintas especies de animales y que carece de mantenimiento, pues los desechos se acumulan a lo largo y ancho del terreno.
Según Martínez y otras vecinas, el olor en la zona es insoportable debido a que Reyes no posee pozo ciego y prefiere arrojar el agua servida a la calle. Varios de los denunciantes coincidieron en que el acusado es bastante violento.
Las mujeres comentaron que suele maltratar verbalmente a todo aquel que intente reclamarle algo e incluso habría atacado con piedras a una vecina embarazada.
No se mudarán
En el terreno denunciado no se encontraba Roberto Reyes, pero sí su hermana Patricia, quien accedió a opinar sobre las quejas. “Yo fui la presidenta de este asentamiento. Existen 29 familias acá y solamente 9 son las que piden que mi hermano y yo nos mudemos. No vamos a irnos de acá, si quieren echarnos le vamos a esperar a esa partida de haraganas. Si quieren, vamos a enfrentarnos”, dijo.