15 dic. 2024

Se golpeó en un shopping pero nadie se hizo cargo

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Una pequeña de 4 años viajaba con su mamá y su papá en un colectivo, cuando tuvo ganas de ir al baño. Como en ese momento estaban pasando frente al Shopping Mariscal, los papás decidieron bajar con su hija para llevarla al baño. Al rato, salieron con la niña ensangrentada a raíz de una enorme herida en la cabeza.

“Mi señora y mi nena entraron al baño. Después le di la bebé de 8 meses; al salir, escucho el grito y le veo a mi nena con la máquina de caramelos encima. Me desesperé y con la ayuda de otro señor la sacamos de abajo”, relató Rodrigo Fernández, el papá. Denunció que el centro comercial no se hizo cargo y que pone trabas para ayudarlos con los gastos.

Fernández recordó que tanto él como su señora gritaban y pedían por favor llamar a una ambulancia. Le dijeron que llegaría en 5 minutos, pero nunca apareció. “Me saqué mi remera y le puse por su cabeza; un guardia me llevó por la parte de atrás del shopping”, contó.

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Al llegar a la enfermería del centro comercial, el papá contó que recibieron la orden de esperar para que la enfermera los atienda. Pero no hizo caso y entró al consultorio, encontró a la encargada conversando con un hombre.

La enfermera lavó la herida de la niña con agua de la canilla, cosa que le pareció raro. “No sabía ni cómo ponerle una gasa. La enfermera estaba más cagada que nosotros”, alegó el papá.

Luego, decidieron llevarla a un sanatorio por sus medios. En ese momento iban a salir por el frente, pero el guardia sugirió ir por atrás para que los demás clientes “no se den cuenta”.

No quieren hacerse cargo

La pareja alegó que el propietario de la máquina expendedora de caramelos, Gustavo Ríos, se hizo cargo de los gastos médicos. Sin embargo, la queja es que los del shopping no dijeron nada. “Nos acusan de querer aprovecharnos para sacarles plata y eso es mentira”, alegó la pareja.

“Mi hija debe seguir un tratamiento psicológico por un año y cada sesión cuesta G. 100.000; debe ir 4 veces a la semana y solo en taxi puedo ir, ya que tengo un bebé y eso es G. 70.000, que sumando ya no podemos cubrir”, contó Mónica Páez, mamá de la niña.

Intentamos comunicarnos con la gente del shopping, que prometió atendernos para dar su versión, pero al cierre de esta edición no recibimos ningún tipo de respuesta.