
Miguel Mora salía de un festejo por el día del trabajador el pasado viernes. Contó que subió al micro sobre la Avenida Eusebio Ayala, alrededor de las 16.00, con la intención de evitar cualquier tipo de inconveniente, ya que es común que las personas después de cada fiesta, salgan alcoholizadas.
Camino a San Lorenzo, donde debía bajarse, subió al micro una pareja. El señor, de aproximadamente 50 años, estaba totalmente alcoholizado, según el relato de Miguel. Cuando pagó su pasaje, el hombre se sentó en los primeros lugares; mientras que la señora fue hasta el fondo del colectivo.
El viaje iba normal, hasta que el señor se recostó por una joven que estaba sentada a su lado. Incómoda por la situación, la muchacha reclamó al hombre. Sin embargo, él hizo caso omiso y siguió recostándose por ella. “Sin más remedio, la chica reaccionó y le pegó.
Le dio un cachetazo”, contó Miguel, quien presenció el hecho. Fue entonces cuando la esposa del ebrio se enojó y defendió a su marido. Enfurecida, dijo a la joven “nde piko ndereguerekói voi la kuimba´e nde rógape” (¿vos no tenés luego hombre en tu casa?), añadió Miguel. Finalmente, el hombre se calmó y dejó de recostarse por la chica.