En el año 2010, Andrea Noemí Chena tuvo el mejor regalo que la vida le dio: su hijo. La felicidad inundó su vida y parecía no terminar. Sin embargo, cuando el pequeño estaba por cumplir su segundo año, su vida empezó a nublarse un poco.
En febrero del 2012, a la mujer le diagnosticaron tirodectomía, en el IPS central. Luego de estudios aquí y allá, resolvieron proceder a la extracción total de la glándula tiroidea, pues un tumor empezó a crecer en su cuello. Pero esperó cinco largos años y nunca la operaban.
Su esperanza de entrar a quirófano empezó a disolverse. Cinco veces le suspendieron la cirugía; luego le mandaron hacerse una punción del bocio.
Su médico tratante, Blas Medina, le dijo algo que terminó por matar sus esperanzas. ‘Yo no te voy a operar, de balde vas a venir junto a mí de nuevo’. No sabía si tirarme de ese edificio o cómo seguir”, expresó. Su operación no fue posible porque, según le dijeron, había otros casos más graves. “Hace 10 años que aporto. Es una verdadera pena seguir aportando. Si pudiera retirar todos mis aportes y asegurarme en un privado, lo haría”, lamentó.
Estafa mundial
Calificó al hospital como “la estafa mundial”, contradiciendo al presidente Horacio Cartes, quien había dicho que IPS es el “mejor seguro del universo”. “Si no tenés contactos ahí, te morís”, concluyó.
Empezó de cero en otro hospital
Andrea contó que se cansó de esperar en IPS porque, según le explicaron, el nosocomio tenía solo dos profesionales para la especialidad que requería su cuadro, por lo que acudió al Hospital de Clínicas en San Lorenzo para empezar de cero su tratamiento. “Tengo que pagar en otro lado y de balde yo tengo mi IPS”, expresó. Agregó que incluso perdió un hijo y los médicos le dijeron que fue a causa de su problema de tiroides, aparentemente.