La directora escolar recalcó que los docentes están comprometidos con la formación de los jóvenes. Todo comenzó cuando un estudiante de la escuela San Vicente Ferrer, de Fernando de la Mora, denunció que en la institución educativa se cobra una multa de G. 1.500 a los alumnos por cada grosería dicha, llegada tardía y foto tomada en clase.
La queja fue efectuada por un alumno del turno noche, pero el llamativo “castigo” se produjo en el séptimo grado del turno tarde, curso al que pertenece la hermana del denunciante y que sería una de las afectadas. El denunciante relató que el cobro de las “infracciones” ocurrían en las horas de clase de Historia, cátedra que está a cargo de la profesora Norma Franco.
Nunca se castigó así
La directora de la casa de estudios, Stela Noemí Ovelar de Vázquez, dijo desconocer el hecho, aunque recordó que un episodio similar había ocurrido anteriormente. “Estaba al tanto de un caso ocurrido en otro curso, pero fue por iniciativa de los chicos para recaudar fondos. En esa ocasión, apenas supe, rápidamente intervine. Tuve una conversación con los alumnos, hablé con ellos en presencia de la docente y les prohibí que hagan eso. No tenía conocimiento de que un hecho similar haya ocurrido en el séptimo grado”, declaró la autoridad escolar.
Explicó que en la escuela nunca se aplicó este tipo de penitencias a sus alumnos, ya que va en contra de la visión de la institución. Aseguró confiar en su plantel docente, pero advirtió que, en caso de presentarse esta anomalía, se adoptarían medidas disciplinarias.