Una mujer denunció que su exmarido, un juez, le armó sarambi el viernes porque el hijo de ambos no se quiso ir con él.
Contó que hace más de cuatro años inició el proceso de divorcio, y que desde entonces se inició la disputa legal por el nene.
Según la versión de la doña, en el tema judicial su ex hasta usó un informe psicológico mau que decía que ella no estaba en condiciones de encargarse del cuidado.
Contó que una vez él logró separarle del pequeño por 30 días, le mantuvo encerrado junto a su niñera, que logró escapar y le contó a su patrona lo ocurrido.
Después de eso acordaron un régimen de visitas. Sin embargo, hace dos años el nene le dijo a su mamá que ya no quería ir junto a su padre, por miedo a que les vuelva a mantener incomunicados. “Mi papá me quiere llevar”, le habría dicho.
Por la llamada de reclamo que ella le hizo al juez, fue víctima de atropello de domicilio esa noche y decidió denunciarlo, pero el expediente está encajonado.
El magistrado andaba buscando a su hijo cada dos días y los fines de semana. Siempre se iba a acompañado de una trabajadora social.
Esta asistente le dijo el viernes: “Si no venís, vamos a venir con la policía a llevarte, vos sabés luego cómo funciona esto, tu papá se va a enojar”.
Policía no le dejó
Tres policías de la División de Atención a Víctimas de Violencia Familiar de la Comisaría 7ª Metropolitana recibieron un oficio firmado por la jueza Graciela Rolón y fueron hasta la casa de la madre y el niño.
La oficial Nilda Ruiz acompañó el procedimiento, pero decidió escuchar primero al nene y luego de eso decidió no entregárselo al padre.
Dijo a EXTRA que se guió por el sentido común y por lo que dice la Constitución. “Hay que tener en cuenta el derecho superior del niño, y si el niño se niega a ir se labra nomás un acta haciendo constar”, explicó. “Por algo no se quería ir”, dijo.
Dijo que sus superiores respaldan su trabajo y que le gustó el apodo que el nene le puso: la Poli Ángel.